Un zapato es un tipo de calzado que cubre el pie hasta el tobillo y que está hecho de diferentes materiales, como cuero, tela, goma o plástico. Los zapatos sirven para proteger el pie de las inclemencias del tiempo, de las lesiones o de la suciedad. También pueden tener fines estéticos, ortopédicos o culturales. Hay muchos tipos de zapatos, como sandalias, botas, zapatillas, mocasines, etc. Según el diccionario de la Real Academia Española1, la palabra zapato proviene del turco zabata y puede ser una onomatopeya del sonido que hace al pisar1. La historia del zapato se remonta a la antigüedad, cuando se usaban sandalias o pieles de animales para cubrir el pie. Con el paso del tiempo, el zapato se fue adaptando a las necesidades y gustos de cada época y lugar. Por ejemplo, en la Edad Media el zapato se elaboraba con colgajos o telas alternadas para proteger la piel y reforzar el pie2. En Europa, el zapato se convirtió en un símbolo de estatus social y llegó a tener proporciones ridículas2. En la era industrial, el zapato se benefició de los avances en el caucho, el plástico, las telas sintéticas y los adhesivos industriales2. Hoy en día, el zapato es una prenda muy variada y versátil que se puede encontrar en diferentes estilos, colores, formas y precios.
Algunas ventajas de usar un zapato son las siguientes:
- Protege el pie de las inclemencias del tiempo, de las lesiones o de la suciedad.
- Regula la humedad del pie, evita el olor de pies y previene infecciones o reacciones alérgicas1.
- Proporciona comodidad, sensación de fortaleza, bienestar y agilidad23.
- Refleja el estilo, la personalidad y el gusto de cada persona.
- Se adapta a diferentes ocasiones, actividades y tendencias.